ADIÓS LAURITA, ADIÓS LAURITA
Adiós, Laurita, adiós Laurita, Adiós Laurita de la luz
Te fuiste de nuestro lado y ya estás en El Cielo, en la Luz eterna, con Dios, María Santísima, los seres queridos y todos los Santos.
Adiós Laurita, Adiós Laurita, Adiós Laurita de la Luz.
Te fuiste de nuestro lado, pero como dijo Jesús, el que cree en mi vivirá eternamente.
Adiós Laurita, Adiós Laurita, Adiós Laurita de la luz.
Te fuiste de nuestro lado, pero te volveremos a ver después de nuestra muerte.
Te veremos otra vez radiante, feliz, dichosa, sin preocupaciones ni dolores ni sufrimientos.
Te recordaremos siempre por tu belleza espiritual porque nunca desfalleciste ni te quejaste ni lloraste ni renegaste de lo que te sucedió.
Adiós Laurita, Adiós Laurita, Adiós Laurita de la Luz
Te veremos en nuestros sueños siempre linda, siempre fuerte, con una sonrisa maravillosa, con gran paz y tranquilidad.
Hablabas como sino tuvieras ninguna enfermedad. Nunca vi a nadie como tú, con tanta fuerza de voluntad, con tanta entereza, valentía, carácter y deseo de vivir. Fuiste un ejemplo de vida cristiana, de resignación, de fe en Dios, de confianza en la Virgen Santísima.
Al lado de las fotos familiares tenías frases del Evangelio que te daban ánimos en tan aciaga situación.
A tu lado y a toda hora estuvieron tus padres y hermano maravillosos.
Todos estamos conmovidos, conmocionados, entristecidos con tu partida, pero estamos felices de saber que estás en El Cielo.
Jesús dijo que solo el Padre Dios conoce cómo es El Cielo. No sabemos cómo es, pero confiamos y creemos que será lo más maravilloso que se puede imaginar.
También dijo Jesús que en la Resurrección todos seremos como ángeles.
Me gusta pensar y soñar que eres una angelita preciosa que está en El Cielo.
En El Cielo no tendrás tantos dolores y sufrimientos, como los que tuviste con el cáncer implacable.
En El Cielo nos veremos, querida Laurita.
Adiós Laurita, Adiós Laurita, Adiós Laurita de la Luz.
Quiero recordarte diciéndome: Hola abuelín cómo estás y sonriendo maravillosamente.
Quiero recordarte tocando violín, pintando lindos cuadros, siendo la mejor estudiante, aprendiendo con facilidad y siendo una excelente amiga y compañera de tus amigos.
Adiós Laurita, Adiós Laurita, Adiós Laurita de la Luz
Te fuiste con la bondad de la que hablaba la Santa Madre de Calcuta
Dijiste y practicaste como ella:
Nunca dejes que alguien se acerque a ti
Y no sea mejor y más feliz.
Te convertiste en la expresión
De la Bondad de Dios;
Bondad en tu rostro,
Que asomaba en tus ojos,
Bondad en tu sonrisa y en tu saludo
Nos diste tus cuidados
Nos diste también tu corazón
Nos diste tu amor
FERNANDO GALVIS GAITÁN (Abuelo)
Bogotá, Junio 9 de 2015